Pascuala del Carmen Quiero, una mujer de 81 años, fue desalojada de su vivienda en Jesús María por su hijo de 42 años. La anciana pasó la noche en la calle, resguardando sus muebles y pertenencias en plena vía pública, acompañada de un cartel que decía: «Mi hijo me desalojó de mi propiedad».
El incidente comenzó cuando Pascuala regresó de visitar a sus hermanos en Chile y encontró que su hijo, un abogado del Ministerio Público, había cambiado las cerraduras de la propiedad. Esto la obligó a entrar escalando por una pared que colinda con la casa de un vecino. Su hijo la acusó de usurpación, y una resolución del Poder Judicial ordenó su desalojo el 10 de marzo.
Durante el desalojo, Pascuala afirma que desaparecieron 3.000 soles que tenía ahorrados, así como el medicamento que necesita para controlar su diabetes. La nuera de Pascuala admitió que el 50% de la propiedad le pertenece a la anciana, pero justificó el desalojo alegando que la mujer era agresiva y necesitaba atención psicológica.
