Alejandro, Nemecio y Prudencio Torvisco son un ejemplo claro de cómo la perseverancia y el esfuerzo pueden transformar un sueño en un sólido grupo empresarial. Procedentes de Abancay, llegaron a Lima hace más de treinta años en busca de mejores oportunidades, sin imaginar que construirían uno de los negocios más exitosos del país. Lo que comenzó como un pequeño proyecto de pinturas se ha diversificado hacia otros sectores, como el de bebidas y envases, tras la adquisición de Envases Especiales, la principal empresa de su rubro en Perú, fortaleciendo así su actividad principal.
Los primeros años fueron difíciles. Nemecio, el más joven, trabajaba desde los 14 años vendiendo dulces y haciendo carpintería para pagar sus estudios. Su destino cambió cuando Alejandro le propuso unirse a él en una fábrica de pinturas. Allí, junto con Prudencio, aprendieron sobre el negocio y vieron el potencial que ofrecía el sector. Así nació su proyecto, inicialmente llamado A, N y P, que más tarde sería conocido como la reconocida marca Anypsa.
Su primer taller fue un pequeño espacio alquilado de apenas 100 metros cuadrados en Santa Anita, donde elaboraban las pinturas usando un motor eléctrico. A pesar de enfrentar problemas, como ser víctimas de una estafa inmobiliaria, su resiliencia y creatividad les permitieron salir adelante. Con trabajo duro y atención al cliente, lograron expandirse, comprando bicicletas para mejorar sus repartos y creciendo en el mercado de pinturas.
El éxito de su esfuerzo se materializó en 1994, cuando inauguraron una moderna planta de producción de 65,000 metros cuadrados en Carabayllo, que hoy sigue siendo su centro de operaciones. Actualmente, Anypsa es una de las principales empresas de pinturas en Perú, con más de 600 colaboradores y ventas que han superado los S/230 millones anuales en sus mejores épocas. Los hermanos Torvisco continúan liderando la empresa, cada uno en áreas estratégicas.
Aunque varias compañías extranjeras se han interesado en adquirir su negocio, ellos han preferido mantener la independencia, apostando por un crecimiento sólido y orgánico. Incluso, consideran en algún momento expandirse al mercado internacional.
Más allá de la industria de pinturas, también han incursionado en el mercado de bebidas con la marca Anpay y en el desarrollo de espacios comerciales. Aunque algunos de estos proyectos no prosperaron, los hermanos han demostrado una gran capacidad de adaptación, enfocándose en aquellos negocios que complementan sus operaciones, como su participación en el mercado de envases.
Hoy en día, los hermanos Torvisco siguen impulsando su grupo empresarial y mantienen una fuerte presencia en el deporte, patrocinando a importantes clubes peruanos como Alianza Lima, Universitario de Deportes y Sporting Cristal. Su historia es un testimonio del poder de la visión, la constancia y el esfuerzo para convertir un pequeño emprendimiento en una exitosa empresa nacional.
